La Iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina. 
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio. 
El cuerpo dice: Yo soy una fiesta.

Las palabras andantes. Eduardo Galeano.



A través de la microgimnásia se experimenta con el cuerpo de una forma consciente. Mediante posturas muy estudiadas, realizando "micromovimientos" sencillos, dirigiendo la atención hacia el interior y con una respiración adecuada, el practicante de Microgimnasia investiga el funcionamento del aparato locomotor.


La idea no es eliminar los síntomas superficiales, sino localizar el origen profundo del problema. Si lo permitimos, se pueden llegar a desbloquear estructuras corporales internas, encontrando nuevas vías para disfunciones arraigadas, reequilibrar la energía del organismo e iniciar un camino de retorno hacia la morfología original de la persona. Para ello es imprescindible actuar sin forzar, adaptarse al ritmo propio y permitir la expresión de las sensaciones y reacciones psicocorporales que surjan durante la sesión, reservando un espacio de reposo final para asentar el trabajo desarrollado.

Tomando consciencia de nuestro cuerpo, sintiéndolo y escuchándolo por dentro, las sensaciones, las emociones y sentimientos que este nos transmite, le damos un lugar a lo que está ocurriendo en nuestro interior, ampliando así nuestra percepción y viviendo el instante con plenitud.